martes, 30 de junio de 2015

El malo de la película

Carlos Zambrano venía sin ser
amonestado en todo el torneo (Fuente El Comercio)


Ayer la selección peruana perdió la oportunidad de pasar a la final del torneo continental frente a la escuadra chilena. En un inicio de partido donde se esperaba un ataque arrollador chileno el cuadro bicolor supo hacer prevalecer su buen juego de toque y desbordes que llevó a mal traer al equipo sureño. Tuvimos ocasiones de gol muy claras en los pies de Farfán y Lobatón.

Acción de violencia desmedida. 
La suspensión fue de una fecha. (Fuente El Comercio)
Sin embargo, no pudimos manejar algo que era muy anunciado desde antes del partido: el temperamento. Fuimos medidos con una inmensa lupa por el árbritro Argote que fiel al reglamento no perdonó las faltas de nuestro defensa central Carlos Zambrano. En una acción con Vidal sólo los amonestó de palabra, luego tuvo que sacar una amarilla y roja sucesiva por faltas contra Sánchez y Arangüiz. Tarea cumplida por Vidal, Chile se fue sin amonestados del partido.


Con diez hombres la historia fue mucho más complicada pero no muy distinta. Perú se asentó en la cancha donde por momentos propuso un excelente juego. De igual forma el “handicap” era insostenible. Se perdió por dos a uno pero se dejó una entrega notable por parte de los presentes en cancha. ¿Se pudo controlar las acciones de un temperamental defensa previo al juego? ¿Qué tanto influye el trabajo psicológico en nuestro equipo? ¿Pisamos el palito de la provocación? En este informe destacamos lo mostrado por Perú previo y luego a la expulsión que condicionó las acciones de juego. Todavía hay mucho por mejorar.


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