jueves, 4 de junio de 2015

El último 'crack' peruano



Decir que en el Perú no hay talento, en lo que a fútbol se refiere, es mentir. Lo hay, y créanme que a montones. Nuestro país es uno de los que más ama el balompié, que relaciona mucho este deporte con la pasión. Por eso se puede apreciar que las personas desde la infancia empiezan a patear un balón, a correr detrás de éste con el objetivo de anotar un gol o defender su portería. El peruano consume mucho fútbol y busca alegrías en éste.

A lo largo de la historia nuestro país ha visto crecer y triunfar a grandes futbolistas. Notables representantes de nuestro fútbol, lo son el gran Teófilo CubillasCesar CuetoHéctor Chumpitaz, entre otros. Esto prueba que aquí hubo talento de sobra. En la actualidad se dice que no tenemos calidad, que nuestros jugadores no tienen esa magia de años atrás, que son 'malos'. Se habla y se critica mucho al aspecto técnico, táctico y físico. Se agarran de esto para decir que ya no hay futbolistas buenos.

Reimond Manco es un jugador, sin duda alguna, que poseía (y posee aún) todas las condiciones para ser un  ‘crack’ mundial. El año 2007 brilló en el Sudamericano Sub 17 y luego hizo lo propio en el Mundial Sub 17 en Corea del Sur. Demostró toda su calidad en Alianza Lima y luego partió a Holanda para jugar por el PSV de ese país. Todo hacía suponer que Reimond llegaría lejos, que sería el nuevo referente de nuestra selección. Al poco tiempo, el PSV lo prestó a un club de segunda división, luego volvió a Perú, emigró a México donde fue protagonista de otro escándalo y finalmente regresó, una vez más, a Perú. Esta vez, al parecer, para no volverse a ir.  El resto de la historia ya es conocida por todos. Sí, una historia triste, lamentable.

¿Qué pasó con Reimond Manco? Manco es el reflejo una triste realidad. La actual situación de Manco nos muestra el lamentable momento que vive el fútbol peruano. Este chico es un claro ejemplo de la mala formación que reciben nuestros futbolistas. ¿Mala formación? Sí, y no me refiero a que no le enseñaron a pararse en el campo o que no le enseñaron a patear un tiro libre. Me refiero a una parte fundamental en el proceso de crecimiento. No le enseñaron a ser un buen ciudadano, a ser disciplinado. Se dejó seducir por eso que te brinda la ‘fama’ y desvió su camino.

El problema del balompié nacional no es la ausencia de talento. Talento hay. El problema es el no saber acompañar a los chicos que lo poseen, no saber enseñarles a explotar ese don tan hermoso. El mal manejo de los dirigentes de los clubes de primera división y su falta de interés para que esto mejore es una traba enorme, son ellos los que tienen que empezar a moverse para empezar un cambio, estructurar planes de formación integral, buscar profesionales de la salud mental para orientar a estos chicos desde su niñez.

Como Manco, hay muchos chicos que, sin la fama que éste posee, se van perdiendo poco a poco. ¿Quién ve por ellos? ¿Quién los apoya? ¿Quién dirige su formación? Ya es hora de empezar a preocuparse y actuar. Debemos ver más allá, el periodismo deportivo no es sólo hablar del trámite del partido, de la estrategia usada,  de los cambios realizados, o del resultado. Todos debemos ser partícipes de este proceso de cambio. Ir a la raíz de esta crisis y no solo criticar lo que se ve, eso es demasiado fácil. Es hora de trabajar.

En la actualidad, Reimond Manco tiene 24 años, juega en el León de Huánuco. Seguramente tiene una cuenta bancaria agradable, muchas mujeres hermosas lo siguen, tiene muchos 'amigos', se divierte cuando puede, consume alcohol para 'entrar en calor', se ve envuelto en escándalos que salen a la luz en programas de espectáculos  y quizás cree que lo que hace ahora es vivir la vida como se debe. Sí, a pesar de las enormes condiciones con las que aún cuenta, este chico ha perdido la dirección. Lo triste es que no da muestras de querer superar este mal momento y volver a empezar desde cero. Esta es nuestra realidad.



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