La redención del Tigre

El nuevo DT de la Selección Peruana de fútbol, Ricardo Gareca, hace 30 años, nos quitó la posibilidad de ir a un mundial.

El partido jugado el domingo 30 de junio de 1985 en Buenos Aires, era la revancha, pues en el partido que se disputó en el Estadio Nacional una semana antes, la victoria fue para la rojiblanca con gol de Juan Carlos Oblitas, tras una magnífica jugada de Franco Navarro. Este partido tuvo tres sucesos difíciles de olvidar. 

El primero, de nuevo la asfixiante marca de Luis Reyna a Diego Armando Maradona.  La segunda, la artera patada de Julián Camino a Franco Navarro que terminó en una lesión que dejó al “Pepón” 3 meses en la clínica y cerca de un año sin poder jugar al fútbol, el argentino solo recibió tarjeta amarilla. La tercera, el magnífico juego peruano, que hasta el minuto 83’ estaba dentro del mundial. César Cueto lucía su juego, Gerónimo Barbadillo estuvo hecho un diablo, José Velásquez cómo siempre un patrón. 

Pero ocurrió un hecho fortuito. Con el marcador 2 a 1, a favor de los peruanos y la desesperación de los argentinos que se quedaban afuera del mundial llega un centro desde un poco más adelante del medio campo. Un argentino da un pase busca píes y  Daniel Passarella empuja a un peruano. Ricardo Gareca empuja el balón hacía la red. El árbitro brasilero, Arpi Filho dio por válido el gol argentino. De esta forma acaba la ilusión peruana de poder asistir al mundial de México 1986. Esta ilusión también se le vio negada al “Tigre”, pues, Carlos Salvador Bilardo lo dejó fuera de la lista del mundial. Algunos dicen que fue por poco nivel, pero la opinión que más se acerca a la verdad fue que Gareca pasó de Boca Juniors a su eterno rival, River Plate.

Hace 30 años el Tigre nos dejó fuera, ahora su principal objetivo es Rusia 2018. Es un DT que conoce el medio, pero siendo sinceros y dejando el sentimiento de lado, es muy difícil poder competir contra Chile, Colombia, Uruguay, Ecuador, Paraguay, Venezuela y Bolivia. Desde esa época nuestro nivel bajó considerablemente y el nivel de las selecciones ya nombradas subió. Aunque la ilusión no se pierde, la realidad quizá sea otra.

¿El Tigre nos llevará al mundial? ¿Es sólo trabajo del DT? ¿Es el indicado para tomar las riendas de la selección? Sólo los goles y las victorias responderán estas dudas, por ahora nos vende ilusión.