A pocos días de disputarse la Copa América, la convocatoria
de Claudio Pizarro a la selección peruana ha generado mucha polémica. El ambiente
futbolero nacional se ha divido en dos partes, hay quienes están a favor y
quienes están en contra de este nuevo llamado, esta vez por parte de Ricardo
Gareca. El problema es que muy pocos logran argumentar bien la razón por la
cual debe o no debe ser parte del equipo que nos representará en Chile.
Estoy convencido que la presencia de Pizarro, como titular o
suplente, es importante. ¿Por qué? Es simple. El momento por el que pasa el
futbol peruano no es el mejor. Existe una importante ausencia de líderes, la
deficiente formación que tienen nuestros futbolistas tiene mucho que ver. Nos
guste o no, Pizarro es un líder. No me cabe duda que su sola presencia inspira
y da algo de confianza a los demás miembros del equipo.
Un factor en que los detractores de Pizarro se amparan, es
en la poca continuidad del jugador en su actual club. Creo que la razón por la
que Guardiola lo mantuvo esta última temporada iba más allá de lo que el
jugador podía aportar dentro del campo. Según el diario “Sport” la baja más significativa, no tanto a nivel
deportivo sino a nivel de vestuario, es la de Claudio Pizarro. Esto no
habla de la influencia de Pizarro entre los jugadores.
La poca producción goleadora del ‘bombardero’ ha hecho que
muchos lo condenen al olvido. No negaré que eso es verdad, pero muy pocos
resaltan la importancia que este ha tenido en el ataque nacional, generando
jugadas, jalando marca, dando pases precisos. Pizarro ha demostrado ser un
jugador inteligente dentro del campo, sabe ubicarse bien. Se tiene que ser
consciente que el trámite de un partido no solo depende de un solo jugador,
necesita asistencia en el medio campo y en los último años no hemos contado con
mediocampistas capaces de alimentar a un delantero como él.
Lo que se pide es un análisis completo, imparcial. Se exige
una renovación, pero cómo vamos a renovar si no tenemos con qué. No somos un
país exportador de delanteros potentes. Me parece que antes de atacar a un jugador
se debería buscar soluciones e ir más allá de lo evidente. ¿Por qué no se les exige a los clubes que habiliten asistencia
psicológica a los jugadores en formación? ¿Por qué no nos preguntamos la razón
por las cuales estamos carentes de líderes, de jugadores de exportación? En vez
de pedir cambio de jugadores, deberíamos pedir un cambio general. El sistema
actual no es el ideal.
Para acabar con esto tenemos que ir a la raíz. Si Gareca
convocó a estos 23, es porque son los mejor que hay. Si Pizarro está entre
estos 23 es porque aún no ha encontrado a alguien mejor que él.
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